En Dentalcer, nuestras clínicas en Mijas Costa, Los Boliches y Colmenar, atendemos a muchos pacientes que no son conscientes de que aprietan o rechinan los dientes durante la noche. Este hábito inconsciente, conocido como bruxismo, puede parecer inofensivo al principio, pero con el tiempo puede provocar múltiples daños en la salud bucal y general. En este artículo te explicamos cuáles son las consecuencias del bruxismo y cómo prevenirlas.
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es un trastorno que consiste en apretar o rechinar los dientes de manera involuntaria, generalmente durante el sueño, aunque también puede ocurrir en momentos de estrés o concentración. A menudo, las personas que lo padecen no son conscientes de ello hasta que notan molestias o su dentista detecta signos visibles en sus piezas dentales.
Este hábito, si no se trata a tiempo, puede desencadenar una serie de problemas que van mucho más allá del desgaste dental.
Causas comunes del bruxismo
Antes de hablar de sus consecuencias, conviene entender por qué aparece. Las causas del bruxismo pueden variar de una persona a otra, pero entre las más habituales se encuentran:
Estrés y ansiedad: Son los principales desencadenantes. Muchas personas descargan tensión apretando los dientes, especialmente durante la noche.
Mala alineación dental o mordida: Problemas en la oclusión pueden favorecer el rechinamiento inconsciente.
Trastornos del sueño: Apnea del sueño, insomnio o despertares frecuentes pueden ir acompañados de bruxismo.
Factores genéticos: Algunas personas tienen mayor predisposición hereditaria.
Consumo de sustancias: El tabaco, el alcohol y ciertos medicamentos pueden aumentar el riesgo de bruxismo.
Consecuencias del bruxismo en la salud dental
El bruxismo puede tener consecuencias serias si no se diagnostica y trata a tiempo. A continuación, te explicamos los efectos más frecuentes:
1. Desgaste dental
Es la consecuencia más evidente. El roce constante entre los dientes desgasta el esmalte dental, volviéndolos más vulnerables a caries, fracturas y sensibilidad.
A largo plazo, este desgaste puede hacer que los dientes se acorten, pierdan su forma natural e incluso necesiten tratamientos restauradores como fundas o carillas.
2. Dolor mandibular y articular
El bruxismo somete a la mandíbula a un esfuerzo excesivo, lo que puede provocar dolor en la articulación temporomandibular (ATM). Este dolor puede extenderse al oído, cuello o cabeza, e incluso derivar en migrañas.
Algunos pacientes experimentan chasquidos al abrir o cerrar la boca, sensación de bloqueo o dificultad para masticar.
3. Hipersensibilidad dental
Al desgastarse el esmalte, se expone la dentina, una capa interna más sensible. Esto provoca molestias o dolor al consumir bebidas frías, calientes o ácidas.
Si te interesa este tema, te recomendamos leer nuestro artículo sobre la sensibilidad dental: causas y soluciones, donde profundizamos en cómo prevenir y tratar este problema.
4. Fracturas dentales y restauraciones dañadas
El exceso de presión al apretar los dientes puede causar microfracturas o roturas en las piezas dentales. También es habitual que empastes, coronas o carillas se despeguen o se dañen.
5. Recesión de encías
Aunque menos conocida, otra de las consecuencias del bruxismo es la retracción de las encías. La presión excesiva sobre los dientes puede inflamar el tejido gingival y hacer que las encías se retraigan, dejando expuesta parte de la raíz.
6. Alteraciones en el sueño
Muchas personas que rechinan los dientes por la noche no descansan adecuadamente. El bruxismo interfiere en las fases profundas del sueño, lo que puede provocar fatiga, somnolencia diurna, irritabilidad y dificultades de concentración.
7. Impacto emocional
El dolor constante, la preocupación estética por el desgaste dental o la incomodidad al masticar pueden afectar la autoestima y la calidad de vida del paciente. Es frecuente que quienes sufren bruxismo presenten también ansiedad o estrés, creando un círculo difícil de romper si no se aborda de forma integral.
¿Cómo saber si tengo bruxismo?
Como ocurre principalmente durante la noche, muchas personas no son conscientes de que lo padecen. Sin embargo, hay señales de alerta que pueden ayudarte a sospecharlo:
Dolor o rigidez al despertar en la mandíbula, cuello o cabeza.
Desgaste o fracturas en los dientes.
Ruidos de rechinar que escucha la pareja.
Sensación de tensión o dolor en la cara.
Dificultad para abrir la boca por completo.
Trastornos del sueño o sensación de no haber descansado.
Ante estos síntomas, es fundamental acudir a una revisión con tu dentista.
Tratamientos para el bruxismo
Una vez diagnosticado, el tratamiento del bruxismo debe adaptarse a cada paciente. Las opciones más habituales incluyen:
Férulas de descarga
Se trata de dispositivos personalizados que se colocan en la boca durante la noche para evitar el contacto directo entre los dientes. Ayudan a proteger el esmalte, reducir la presión y aliviar el dolor mandibular.
Revisión de la mordida
En algunos casos, es necesario corregir problemas de oclusión mediante ortodoncia u otros tratamientos para evitar el roce indebido entre las piezas dentales.
Terapias de relajación
Como el estrés es una causa muy común, pueden recomendarse técnicas de relajación, mindfulness, terapia psicológica o cambios en el estilo de vida para reducir la ansiedad.
Rehabilitación dental
Si ya hay daños importantes, pueden aplicarse tratamientos como reconstrucciones, fundas o carillas para restaurar la función y la estética de los dientes.
Conclusión: Cuida tu sonrisa, incluso mientras duermes
Las consecuencias del bruxismo no deben subestimarse. Aunque muchas veces comienza como un simple hábito inconsciente, puede derivar en daños importantes para tu salud bucodental y bienestar general. Por suerte, el diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden evitar complicaciones y devolverte la tranquilidad.
En Dentalcer, nuestras clínicas en Mijas Costa, Los Boliches y Colmenar están preparadas para ayudarte a detectar y tratar el bruxismo con un enfoque cercano y personalizado. El Dr. Javier Cerezo y su equipo estarán encantados de cuidarte y acompañarte en el proceso para proteger tu sonrisa… incluso cuando estás dormido.
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